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Minimalismo rural: Hotel Fasano

  • Le Petit Marteau
  • 12 feb 2017
  • 2 Min. de lectura

Cuando recorremos nuestro país, y conocemos un lugar maravilloso comúnmente decimos que "eso no se parece a Uruguay". Bueno, eso me pasó cuando me invitaron a conocer y a tomar un café en el minimalista Hotel Fasanom ubicado a las afueras de Punta del Este. Convengamos que Punta del Este es una ciudad edificada para diferenciarse del resto del país, por consiguiente toda obra edilicia que se construya en esta ciudad será categorizada como “no parece de Uruguay”.


El Hotel Fasano pertenece a una importante compañía inmobiliaria y hotelera de Brasil llamada JHFS. La compañía es pionera por su nivel de calidad y habilidad de identificar nuevas oportunidades de negocios.


Estamos hablando de un complejo hotelero que cuesta mil dólares la noche en alta temporada - según comentarios de un mozo en la cafetería- . Por lo tanto está apuntado a extranjeros adinerados principalmente brasileños. Porque creo que si un uruguayo tiene tanto dinero como para pagar mil dólares la noche, seguramente tenga su propia mansión en esta localidad.


Para llegar cruzamos el puente de la Barra, giramos a la izquierda hasta el Camino Egusquiza, seguimos 8 kms, ubicándonos con las indicaciones de “Fasano Las Piedras” hasta llegar a la entrada señalada a la izquierda.



Si eres tan solo un mortal queriendo conocer algo que nunca vas a poder pagar dile al portero que te están esperando para tomar el té, mirando tu celular como si estuvieras chequeando mails, - eso nunca faya! -.


El complejo se divide en bungalows que en realidad son bloques de concreto de 180 metros cuadrados, con grandes ventanales hacia la costa del río Maldonado. Todos diseñados por Isay Weinfeld, en el cual la “crema nata” se hospeda. Por otro lado está el edificio central inaugurado recientemente, en el que se encuentra la recepción, 10 suites, un restaurante, un café, múltiples terrazas con vistas paradisíacas y salones.


Sin duda alguna, lo que llama la atención cuando llegas es el edificio central, siendo un conjunto de bloques de concreto, madera y cristal conformando una obra de ingeniería y arquitectura minimalista formidable, sobre un peñasco que genera “respeto”.


El café no es el mejor, y me costó diez dólares pero luego de conversar con un mozo la deducción fue que su fuerte no es tomar el té, sino que es el restaurante como atractivo.



Este hotel que comenzó con algunos bungalows de lujo y una casa central de aspecto colonial hoy se transformó en un amplio complejo con cinco mil metros cuadrados de villas privadas, campo de golf, centro ecuestre, canchas de tenis, spa, playa privada y con un golf club house.


Sin duda alguna te recomiendo que lo conozcas si eres estudiante de arquitectura o simplemente te gusta este estilo de vida.


Un consejo: un fin de semana en temporada baja no supera los 500 usd

Un pedido: mejorar las señalización para poder llegar en coche

Un placer: la vista y la energía


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